SALMO 62. CUESTIÓN DE CONFIANZA

Vosotros confiad siempre en Él,
desahogad en Él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio.

El salmo nos describe de nuevo a Dios como refugio, alcázar y lugar seguro. Sin embargo, en esta ocasión lo hace contrastándolo con el poder humano, generado por la opresión, y las riquezas. El poeta plantea el hecho de que todos nosotros hemos de confiar, poner nuestra estabilidad y seguridad en algo o alguien. Unos, según el salmista, lo hacen en alcanzar y obtener poder y control, otros, lo hacen por medio de las riquezas. En contraste con ello, la Palabra de Dios nos invita a que nuestra confianza no esté basada en esas cosas, u otras no mencionadas, que son son efímeras y no pueden brindar genuina seguridad sino en el Señor, de ahí la descripción exhaustiva de su carácter con imágenes que pretenden transmitir fuerza, seguridad, confianza, fortaleza, firmeza.

Soy una persona finita y, consecuentemente, necesitada de puntos de referencia. Mi proyecto de vida necesita cimientos y bases que le provean estabilidad y firmeza, que me permitan continuar construyendo. En un mundo cada vez más caótico, cambiante, inestable, inseguro y donde nuestras frágiles vidas parecen estar en manos de fuerzas desconocidas e incontrolables, sean estas económicas, políticas, sociales o de cualquier otro tipo, me produce seguridad saber que no soy una pluma al viento, antes bien mi vida está en las manos de aquel que ha creado y controla el universo y la historia.

Todo, al fin y al cabo, es una cuestión de confianza. Yo quiero confiar en Dios y desahogarme en Él.

Un principio

La estabilidad de tu proyecto vital depende de en quién o qué está basado.

Una oración

Por los líderes cristianos, por sabiduría para que puedan dirigir al pueblo de Dios en la misión.