PAZ
JUAN 14:15-31
Os dejo la paz, mi propia paz. Una paz que no es la que el mundo da. No estéis angustiados, no tengáis miedo.
En el mundo greco-romano la palabra paz tenía una connotación negativa en el sentido que significaba la ausencia de guerra o conflicto. En el mundo hebreo paz, shalom, tenía, por el contrario, un contenido positivo de armonía, de tranquilidad, de bienestar. Me ha ayudado a entender el contraste que Jesús entre su paz y la del mundo.
La paz que Jesús ofrece es la capacidad de mantener la armonía, la estabilidad y la serenidad no debido a la ausencia de presiones, tensiones y problemas. Antes al contrario, es mantener todo aquello en medio de grandes dificultades. Esa capacidad de estar en calma en medio de la tormenta sólo puede ser explicada por la presencia de Jesús en nuestras vidas viviendo por medio de su Espíritu. De esta manera, veo que la promesa del Maestro de que experimentaré paz está ligada con su promesa de no dejarme abandonada y la veo relacionada con la enseñanza de Pablo en Gálatas 5 acerca del fruto del Espíritu.
Es cierto que no hay ni un sólo versículo en la Palabra de Dios que garantice que mi vida estará exenta de problemas y dificultades. Antes al contrario, el hecho de querer seguir a Jesús añade algunos extras a la experiencia humana. Ahora bien, es cierto que el Maestro ha prometido su presencia en medio de las dificultades más terribles y, consecuentemente, eso me permite experimentar paz.
La paz que Jesús ofrece es la capacidad de mantener la armonía, la estabilidad y la serenidad no debido a la ausencia de presiones, tensiones y problemas. Antes al contrario, es mantener todo aquello en medio de grandes dificultades. Esa capacidad de estar en calma en medio de la tormenta sólo puede ser explicada por la presencia de Jesús en nuestras vidas viviendo por medio de su Espíritu. De esta manera, veo que la promesa del Maestro de que experimentaré paz está ligada con su promesa de no dejarme abandonada y la veo relacionada con la enseñanza de Pablo en Gálatas 5 acerca del fruto del Espíritu.
Es cierto que no hay ni un sólo versículo en la Palabra de Dios que garantice que mi vida estará exenta de problemas y dificultades. Antes al contrario, el hecho de querer seguir a Jesús añade algunos extras a la experiencia humana. Ahora bien, es cierto que el Maestro ha prometido su presencia en medio de las dificultades más terribles y, consecuentemente, eso me permite experimentar paz.
Un principio
Paz no es la ausencia de problemas sino el resultado de la presencia de Jesús en mi vida en medio de los mismos.
Paz no es la ausencia de problemas sino el resultado de la presencia de Jesús en mi vida en medio de los mismos.
"Después de la tempestad viene la calma", dice un proverbio, pero para el cristiano es aun mejor. Porque es durante la tempestad que obtenemos calma y paz con la colaboración de Jesús. Su Espíritu nos da la fuerza para seguir, y podemos estar seguros de sus palabras:"... yo estoy con vosotros todos los dias, hasta el fin de los tiempos".
ResponderEliminarAdemás, "esperamos segun sus promesas, nuevos cielos y nueva tierra en los cuales morará la justicia" Otro factor importante para nuestra esperanza y tranquilidad.