CUARESMA, DÍA 39
Hay una posibilidad, y así lo advierte el escritor de Hebreos, de volverse atrás, de no tener el suficiente valor para llevar el seguimiento del Maestro hasta sus últimas conse- cuencias, de quedarnos por el camino, bien de una manera radical, o bien simplemente permitiendo que la mediocridad, la desgana, la apatía y el egocentrismo siempre al ace- cho se apoderen de nosotros.
Al pensar en tantas reflexiones acumuladas durante estos días de cuaresma he tomado una clara resolución, yo no quiero ser de los cobardes que vuelven atrás, tampoco de los mediocres que se estancan en «el sí pero no», quiero ser de aquellos que persisten y se salvan por su fe, de los que intencionalmente se esfuerzan en el seguimiento e imitación del Maestro día tras día.
Y tú ¿De cuáles eres? ¿De cuáles quieres ser?
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