NOS ENCANTA TIRAR LAS PRIMERAS PIEDRAS

Hermanos, si alguno incurre en falta, vosotros, los animados por el Espíritu, corregidlo con amabilidad. Y manteneos todos sobre aviso, porque nadie está libre de ser puesto a prueba (Galanas 6:1)

Es difícil decir tanto en tan poco espacio ¡Pero así es Pablo!. En primer lugar, asume que los seguidores de Jesús incurriremos en faltas. Es humano, somos gente que estamos todavía en proceso que, como el mismo apóstol indicaba, no lo hemos conseguido ya, no somos todavía perfectos. 

En segundo lugar, indica que la forma en que hemos de tratar esa realidad -que asumo se ha hecho pública y notoria, de lo contrario no exigiría la intervención de la comunidad- es con amor y amabilidad. 

En tercer lugar, esa forma de manejar el tema es una muestra de que somos seguidores del Maestro guiados por el Espíritu Santo de Dios. 

Finalmente, Pablo indica que uno siempre debe trabajar estos temas de disciplina y corrección desde la propia vulnerabilidad, desde el temor y temblor de que mañana podemos ser nosotros mismos los que nos encontremos en una situación similar y, como afirmaba Jesús, con la misma medida que midamos lo seremos nosotros. 

Desafortunadamente solemos hacer, con demasiada frecuencia, oídos sordos a los mandatos del apóstol y estamos listos para tirar la primera piedra sobre aquel que ha caído y ha pecado. Dicen que el ejército cristiano es el único que remata a sus heridos ¡Cuánto razón hay en ello! Olvidamos la gracia y la misericordia y nos concentramos en el juicio y la condena. Imagino que al atacar sin una pizca de misericordia al otro, tratamos de compensar y olvidar nuestras propias contradicciones. ¡Dios nos libre de tanto justiciero enmascarado en nuestras congregaciones, siempre listos con la piedra en la mano!

¿Y tú de qué tipo eres?