EL SERMÓN DEL MONTE 22/ LA MILLA EXTRA/ MATEO 5

Y si alguno te fuerza a llevar una carga durante una milla, llévase durante dos. (Mateo 5:41)

De nuevo nos encontramos con la dificultad de poder interpretar este pasaje sin un mínimo conocimiento cultural de la época. Palestina era en tiempos de Jesús un país ocupado militarmente por los romanos; estos imponían obligaciones sobre la población civil que ésta no tenía más remedio que soportar sin ningún tipo de queja o posibilidad de negarse. Una de ellas era la descrita en este pasaje, llevar una carga durante un trayecto de una milla. Cualquier soldado o funcionario romano estaba en condiciones de imponer esta obligación a cualquier civil de cualquier país sometido; recordemos como Simón de Cirene fue obligado a llevar la cruz de Jesús. Dado que no vivo en una situación similar ¿Cuál es el principio subyacente para mí como seguidor de Jesús?

Tras pensar al respecto creo que se trata de la actitud ante el servicio, y creo que está en línea con otras enseñanzas similares en el Nuevo Testamento. Jesús podría estar enseñando que uno no puede negarse, en muchas ocasiones, a tener que llevar a cabo ciertos servicios o responsabilidades por las razones que sean. Sin embargo, uno siempre tiene el poder de decidir cuál es la actitud con la que responderá ante esa obligación, y aquí radica el principio clave de este pasaje. El Maestro nos está enseñando acerca del dominio de nuestras actitudes, del control de las mismas, de un servicio que se hace de buen grado, con excelencia, no de cualquier modo o a la ligera, no con queja y amargura. Creo que está en línea con lo que enseñó Pablo cuando afirma que "todo lo que hagamos lo llevemos a cabo de forma que Dios sea glorificado"; "que pongamos el corazón en todo lo que hagamos como si estuviera hecho para el Señor mismo". Aquí radica el secreto. Todo eso no puede llevarse a cabo a menos que veamos que el servicio está hecho directamente para el Señor; si lo consideramos a Él como nuestra primera, principal y más importante audiencia. Es entonces cuando podemos caminar millas extras y hacerlo con una actitud muy diferente y una calidad muy diferente a como lo haríamos si nuestra audiencia no fuera el Señor.

¿Qué millas extras debes caminar?