JESÚS/ DOS AMOS/ MATEO 6:22-24

Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas. (Mateo 6:22-24)

Tras el texto está el principio y en este pasaje es claro, no es posible tener dos fidelidades, no podemos servir a dos amos, nos podemos estar bajo dos jurisdicciones, al menos no sin un conflicto interno y una tensión permanente. Y esto tiene todo el sentido del mundo porque cada amo tiene sus exigencias, sus expectativas y sus demandas que espera que nosotros cumplamos y hacerlo o no genera en nosotros una tensión con respecto al otro.

Creo que este pasaje está relacionado con la afirmación de Jesús de que no es posible seguirlo y volver la vista atrás, que hay que tomar la cruz cada día y continuar en pos de Él y el seguimiento de un amo implica, necesariamente, dejar de lado al otro, no puede ser de otra manera.

Esto es especialmente evidente cuando queremos seguir a Jesús en la misión de ser agentes de restauración y constructores del Reino y, al mismo tiempo, vivir según los valores, normas y principios de esta sociedad. El evangelio y Jesús nos invitan a una contracultura que entra en conflicto con nuestra sociedad y la suya.

Pienso que mientras vivamos esta lucha estará presente y esta tensión será continúa en nuestras vidas. No creo que la santidad consista en la ausencia del conflicto interno sino más bien en la resolución del mismo en el acto intencional y voluntario de seguir a Jesús y optar la imitación de Él.