SALMO 64. EN PROFUNDIDAD

Los escruta el mismo que escruta
hasta lo íntimo del hombre
y la profundidad del corazón.

Al leer este salmo y acercarse al mismo uno ha de ser consciente de que está dividido en dos partes que se separan por el versículo arriba reproducido. La primera sección reproduce un grito de ayuda ante la presencia de los enemigos, algo ya común en otros salmos. En la segunda, también algo común en el salterio, se describe la intervención de Dios en favor de su siervo y la respuesta de alabanza que esto produce.

Personalmente me ha llamado la atención la manera en que es descrito el Señor en este breve salmo, el que escruta. Escrutar, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, significa, examinar de forma cuidadosa.

Este pasaje indica que Dios examina de forma cuidadosa mi intimidad, hasta lo más profundo de mi corazón. El Señor conoce hasta aquello que yo no conozco, hasta aquello que no quiero conocer, hasta aquello que me niego aceptar porque es demasiado duro, sucio o doloroso, o todo ello incluído.

Que Dios conozca tan íntimamente mi interior tiene una vertiente positiva y otra, digámosle, negativa. La primera consiste en que el Señor se convierte en una fuente de gran valor para el conocimiento de mí mismo. Puede examinar mi interior más profundo y ayudarme a identificar pensamientos, miedos, emociones, actitudes, motivaciones, que de otro modo quedarían ocultos o no serían percibidos por mí mismo. La otra, la "negativa" es que nada puede ocultarse de su escrutinio y, por tanto, aunque podamos, o como mínimo, intentemos, engañarnos a nosotros mismos, no podemos hacerlo con Él.

Un principio

El escrutinio del Señor es una fuente de autoconocimiento.

Una oración

Por la situación de epidemia en Haití.