1 CORINTIOS/ LEVADURA Y CORRUPCIÓN / 1 CORINTIOS 4:14-21
No os enorgullezcáis de esas cosas. Ya conocéis el dicho: "Un poco de levadura hace fermentar toda la masa". (1 Corintios 5:6)
En el mundo hebreo la levadura era una imagen de las malas influencias que podían pervertir y corromper una persona. Por eso Jesús, hablando a sus discípulos, les indicaba que se guardaran de la levadura de los fariseos. Por eso los panes que se comen durante la celebración de la Pascua son panes que carecen de levadura.
Pablo hace esta reflexión en relación con un caso de inmoralidad que se da en la iglesia de Corinto y, consecuentemente, nos habla acerca de darnos cuenta de la influencia perniciosa que el pecado puede tener sobre la comunidad. Esto, sin embargo, tiene también una clara aplicación a nivel personal. Es fácil permitir, racionalizar, justificar o sublimar áreas de pecado en nuestras vidas. Consentirlo de forma consciente y no hacer nada al respecto. Este pecado es nuestra levadura -en palabras del apóstol- que puede tener una influencia negativa sobre nuestro seguimiento de Jesús. Mantenerlo implica ser inconscientes acerca de la gravedad y la influencia perniciosa que puede tener sobre nosotros y cómo nos puede afectar. Cuando consentimos un área de pecado en nuestras vidas es más fácil volvernos tolerantes con respecto al mismo en otras. De ese modo, tal y como indica la Escritura, su influencia se extiende por todo nuestro proyecto vital.
¿Cuál es la levadura que estás permitiendo en tu vida? ¿Qué potenciales efectos puede tener sobre ti?
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