SALMO 33. EL SEÑOR DE LA HISTORIA

El proyecto del Señor se cumple siempre,
sus planes, generación tras generación.

Este salmo rebosa optimismo. El autor alaba al Señor y lo hace por dos motivos muy importantes, la creación es obra de Dios y también la historia. Contra todo lo que pueda parecer el sigue siendo el Señor de la historia y siempre, a pesar de la oposición humana se cumplen sus planes, como dice el salmista generación tras generación. La convicción de este señorío es la que lleva a David a exclamaciones de confianza como las que culminan el salmo:

Nosotros aguardamos al Señor
que es nuestro auxilio y escudo;
lo festeja nuestra corazón
y en su santo nombre confiamos.
Que tu amor nos acompañe,
Señor, como lo esperamos de ti.

Para mí la lección del salmo es una invitación a "abamdonarnos" en Dios. Es una llamada de atención para nunca perder la perspectiva de que Él siempre tiene el control. No estoy hablando de no hacer mi parte. No estoy pensando en un fatalismo que afirme que aquello que tiene que pasar pasará. Es más bien una certeza de que una vez hecho todo aquello que está en mi mano y a mi alcance, Dios está en control y sus planes siempre se llevan a cabo, generación tras generación.

Comentarios

  1. me encanto la expresion: "abandonarnos en Dios". muy buena reflexion!

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  2. Si siempre supiéramos dejar nuestros problemas en las manos de Dios, viviríamos mucho más tranquilos y felices. Si hemos hecho todo lo posible para solucionar una dificultad, sabemos que Dios, si es su voluntad, hará el resto.

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