¿CUÁN INFANTIL ERES?
Hermanos, no me fue entonces trataros como a personas animadas por el Espíritu; tuve que hacerlo como a personas inmaduras, como a cristianos en estado infantil (1 Corintios 3:1)
Ciertas conductas en los niños -aunque puedan ser, en ocasiones, molestas- son totalmente normales y las asociamos a su proceso de desarrollo y maduración como personas. Esas mismas conductas cuando se dan en personas adultas, además de que pueden ser molestas, las consideramos fuera de lugar, inapropiadas para la edad que la persona tiene y que asumimos debería ir acompañado de un grado de madurez acorde.
¿Aprecias la similitud con el seguimiento del Maestro? Conozco personas que llevan años y años en la iglesia pero, de la misma manera que visitar a diario un hospital no te convierte en enfermero o médica, tampoco asistir cada domingo a una comunidad de fe te convierte en un seguidor maduro de Jesús. Esto último se da única y exclusivamente cuando de manera intencional, día tras día, vamos permitiendo su influencia en nuestras vidas, una influencia, que entre otras formas, viene por medio de permanecer en su Palabra, hablar con Él, estar con Él e imitarlo.
¿Cómo te evaluaría el apóstol Pablo si describiera tu fe? ¿Cómo te evaluarían tus conocidos?
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