CUARESMA, DÍA 15

 


Así que vamos a librarnos de. todo impedimento, liberémonos del pecado que nos cerca y participemos con perseverancia en la carrera que se nos brinda. Hagámoslo con los ojos puestos en Jesús, origen y plenitud de nuestra fe. (Hebreos. 12:1-2)

Me gusta hacer senderismo y de tanto en tanto hago travesías de una semana de duración con mi mochila al hombro. Algo que he aprendido con los muchos años de práctica, es la importancia de ir ligero de equipaje, porque cuando caminas 25 ó 30 kilómetros todo lo que llevas pesa, y el peso es importante y se nota con cada paso que das. Creo que esto es lo que nos viene a decir el anónimo autor del libro de los Hebreos. En el seguimiento del Maestro pueden haber cosas que nos carguen y nos hagan dificultoso, incluso imposible ese seguimiento. Pueden ser pecados que han arraigado en nuestras vidas. Pero también pueden ser actitudes, motivaciones, valores, prioridades u otras cosas que, tal vez no sean pecados, pero decididamente dificultan el seguimiento.

Ya hemos comentado que la Cuaresma es una invitación para la reflexión. ¿Qué cargas llevas que te dificultan el seguimiento de Jesús? ¿De que deberías liberarte? ¿Cómo lo vas a hacer?






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