ESPERANZA
Esperando incluso cuando parecía cerrado el camino a la esperanza, creyó Abrahán que llegaría a convertirse en padre de muchos pueblos, según lo que Dios le había prometido. (Romanos 4:18)
Hay muchas frases hechas con relación a la esperanza: es lo último que se pierde, no se puede vivir sin ella, el que espera, desespera, etc. La esperanza es definida como, un estado de ánimo optimista basado en la expectativa de resultados favorables relacionados con acontecimientos o circunstancias de la propia vida.
Estoy de acuerdo con esta definición a excepción del punto fundamental, la base de la esperanza. En el caso de la arriba expuesta la base son expectativas. Estas pueden ser reales o no; tal vez ni siquiera importa que lo sean mientras nos aporten esperanza, nos permitan seguir adelante.
Cuando hablamos de la esperanza cristiana la base es el carácter de Dios y su compromiso con nosotros. El caso del patriarca Abrahán lo ilustra con toda claridad, tenía cien años y su mujer era estéril, sin embargo, tenía la esperanza de que llegaría a ser padre de muchas naciones porque Dios se lo había prometido.
La esperanza cristiana no se basa en las expectativas que nacen de la evaluación de la realidad existente y cómo puede evolucionar. Lo hace en el carácter de un Dios que ha prometido estar con nosotros hasta el fin, no dejarnos ni desampararnos, que todo ayudará para bien. En definitiva, que el cumplirá su propósito en nuestras vidas.
Tengo esperanza de que su Reino vendrá, las personas que amo serán transformadas por Él, situaciones humanamente insalvables serán reorientadas, porque Él es Dios.
¿Cuál es tu esperanza?
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