ROMANOS/ DIOS TIENE PODER PARA CUMPLIR/ ROMANOS 4: 13-25
Y no vaciló en su fe, aún siendo consciente de que su cuerpo carecía ya de vigor -tenía casi cien años- y de que el seno de Sara era ya incapaz de concebir. Lejos de hacerle caer en la incredulidad, la promesa de Dios robusteció su fe. Reconoció así la grandeza de Dios y manifestó su plena convicción de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete. (Romanos 4: 19-21)
Pablo continúa desarrollando el tema de Abraham como ejemplo de ser declarado justo única y exclusivamente por medio de la fe en Dios. En esta desarrollo nos muestra algo que es de gran utilidad para todos los seguidores de Jesús y que puede tener una increíble aplicación en nuestra vida cotidiana.
Abraham tuvo el dilema de depositar su confianza en las circunstancias externas, en su caso su avanzada edad y la esterilidad de Sara o, por el contrario, en la promesa de Dios de que tendría descendencia. Muchas veces nosotros, del mismo modo que él, nos vemos ante la tensión de confiar en las promesas de Dios y una realidad que no nos permite de ningún modo visualizar cómo esas promesas pueden llevarse a término. Nuestra mente es incapaz de generar realidades alternativas a las que ya estamos viviendo y experimentando, no somos capaces de visualizar salidas, caminos, etcétera y, consecuentemente, nos cuesta depositar nuestra confianza en aquello que Dios ha prometido.
En Abraham puedo ver una pauta a seguir, consiste no en negar la realidad -su edad, la infecundidad de su esposa- sino en creer por encima de esa realidad, mirar hacia el carácter del Dios que ha prometido y que, como dice el mismo apóstol Pablo en la carta a los Filipenses, es capaz de hacer mucho más de lo que nosotros ni siquiera somos capaces de imaginar. Así pues, no niegues la realidad, mira por encima de la misma al Señor todopoderoso.
¿Qué situaciones en tu vida están requiriendo que vida están requiriendo que mires por encima de las circunstancias al Señor todopoderoso?
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