SALMO 43. QUEJA Y REPROCHE

Si Tú eres mi Dios y protector:
¿Por qué me rechazas?
¿Por qué he de andar cabizbajo,
acosado por el enemigo?

El samo 43 forma una unidad con el 42 del que formaban parte. Este corto poema es la continuación del lamento comenzado en el anterior por el salmista. En línea con la honestidad que caracteriza a los salmos el escritor expresa una queja, un reproche y una incomprensión hacia Dios y la forma en que se siente tratado. Las cosas no parecen encajar.

De la queja y el lamento David pasa a la petición de guía y dirección y finalmente a una expresión de confianza y descanso en Dios. Las últimas palabras del salmo dicen así:

¿Por qué estás abatida, alma mía,
por qué estás gimiendo?
Espera en Dios, que aún le daré gracias:
Salvador de mi rostro, Dios mío.

Si hay algo que valoro de los salmos es la brutal honestidad del escritor. Los sentimientos son expresados abierta y claramente, no hay el falso lenguage religioso, no hay el deseo de espiritualizar las cosas. Lo que se siente se expresa. Me puedo sentir muy identificado porque el recorrido que hace el salmista en este corto poema lo he recorrido varias veces: queja --> reproche --> petición --> declaración de confianza y esperanza. Como tantas otras veces, el salmo pone palabras a mi oración.

Un principio

Dios permite la honestidad dura y descarnada del que siente quejoso e injustamente tratado.

Una oración

Por todos aquellos que se sienten abandonados por Dios, para que Él se les pueda manifestar.

Comentarios

  1. Señor, te ruego para aquellas personas que quizás se hayan dirigido a ti, pero al no recibir una respuesta inmediata, su fe se ha debilitado pensando que en realidad si Dios existiera le habria ayudado cuando a su parecer, era cuanto más lo necesitaba. Señor, tu haces las cosas a su debido tiempo. Da paz a estas personas y que sigan coonfiando en ti porque eres fiel y compasivo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

ESCLEROSIS

1 CORINTIOS/ TOMA DE DECISIONES / 1 CORINTIOS 6:12