SALMO 13/ ¿HASTA CUANDO, SEÑOR?
¿Hasta cuándo, Señor' ¿Vas a olvidarme para siempre? (Salmo 13:2)
Por explicarlo de alguna manera existen dos dimensiones del tiempo que los griegos, con su habitual precisión, definían fantásticamente. La primera es el kronos; se trata del tiempo secuencial, la sucesión de los minutos, horas, días, semanas, meses y años. Nosotros vivimos en esa dimensión y tratamos de controlarla -como nos gusta controlar cualquier área de nuestras vidas- por medio de los relojes, las agendas, la planificación, etc. La segunda dimensión es el kairós; se trata del tiempo que se da cuando se debe dar, ni antes ni después. Es un tiempo que no puede ser controlado porque debe llegar en su momento. Todos nosotros hemos sentido en algún momento que era "el tiempo" para tomar una decisión, para comenzar o terminar algo, para continuar o discontinuar una relación. No es fácil de explicar pero se tiene clara convicción de que ese tiempo ha llegado, es el momento. Kairós acontece cuando todos los factores de la ecuación se han alineado, no puede ser apresurado y es mejor no dejar que pase. Dios se mueve en esa dimensión; Él hace las cosas a su tiempo, no al nuestro; las lleva a cabo cuando en su infinita sabiduría decide que el momento ha llegado, no antes, no después. Al vivir el Señor y nosotros en dos dimensiones diferentes, el escenario está listo para el conflicto.
Creo que eso es lo que magistralmente refleja el salmista; expresa su urgencia, su tensión porque se mueve en el kronos y no entiende el kairós de Dios. David tiene la experiencia de sentirse apremiado por el kronos y no saber o no poder esperar el kairós del Señor. Me parece que su reacción es normal, humana y natural. Todos hemos vivido y experimentado la ansiedad de tener que esperar el kairós de Dios cuando nos sentimos bajo la inmensa presión del kronos en el cual vivimos. De nuevo me gusta la honestidad del salmista. De nuevo me parece formidable que Dios nos permita expresarle cómo nos sentimos, cómo nos puede llegar a agobiar la espera de su kairós. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar el final del salmo que es una expresión de confianza en el Señor y su Kairós. "Yo en tu bondad confío", declara David. El salmista nos enseña que cuando uno se siente abandonada por el Señor debe de recuperar la perspectiva entendiendo el kairós y viviendo, como hacen los justos, por fe, es decir, confiando.
¿De qué modo te ayuda entender las dos dimensiones del tiempo, el kronos y el kairós? ¿Estás experimentando el silencio de Dios en tu vida? ¿De qué forma puedes aplicar el salmo a ese silencio?
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