ROMANOS/ GUÍA PRÁCTICA PARA LA VIDA COTIDIANA 5: OMISIÓN DE SOCORRO/ ROMANOS 12:9b
Aborreced del mal y abrazaos al bien. (Romanos 12:9b)
Un delito contemplado en nuestro ordenamiento legal es la omisión de socorro que la Enciclopedia Jurídica define del siguiente modo: Hecho delictivo por el que una persona, por omisión, pone en peligro los deberes de asistencia al prójimo y solidaridad social.
Es interesante porque, habitualmente, entendemos el pecado como nuestra práctica del mal, consecuentemente, si no hacemos "cosas malas" nuestra conciencia tiende a sentirse satisfecha e incluso a considerar que somos personas por encima de la media moral. Ni pensamos, ni consideramos, ni le damos la debida importancia al pecado de omisión, es decir, cuando podemos, está a nuestro alcance el hacer el bien y, sin embargo, dejamos de hacerlo por las razones que sea.
Por tanto, del mismo modo que es un delito la omisión de socorro al necesitado, también es un pecado el no abrazar la práctica del bien de forma intencional, proactiva, consciente, voluntaria y premeditada. Tengamos en cuenta que el bien siempre va dirigido hacia nuestro prójimo, consecuentemente, es un delito moral -pecado- el no hacer el bien que éste necesita.
Lo que Pablo no está enseñando con este pasaje son dos caras de la misma moneda, inseparables, que no podemos disociar y que no podemos separar, el alejarnos del mal y entregarnos al bien.
Piensa por un momento ¿Por qué es tan peligroso el pecado de omisión?
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