ROMANOS/ GUÍA PRÁCTICA PARA LA VIDA COTIDIANA 16/ SOBRE LA AUTORIDAD 1/ ROMANOS 13:1-7
Todos deben acatar la autoridad que preside, pues toda autoridad procede de Dios y las autoridades que existen han sido establecidas por Él. (Romanos 13:1)
El Nuevo Testamento está lleno de exhortaciones a la obediencia y sometimiento a las autoridades civiles, no se trata pues de algo que únicamente Pablo indique. Sin embargo, el apóstol hace un énfasis importante, el afirmar que las autoridades existentes han sido puestas por Dios. Esto nos plantea un reto en cuanto a la interpretación de dicha afirmación.
¿Significa eso que el déspota de turno que gobierna tiránicamente el país, conculcando todos los derechos humanos y sumido en la más vil de las corrupciones económicas y políticas ha sido colocado allí por el Señor? ¿Sanciona, por tanto, Dios todas sus actuaciones, sus decisiones, sus atropellos, sus injusticias, su uso de la violencia y el aparato del estado en beneficio propio y en contra de los ciudadanos?
Personalmente no creo que sea así. Creo que lo que la Biblia afirma es que el principio de la autoridad es un principio establecido por el Señor. Creo que pertenece a lo que podríamos llamar, el orden de la creación, es decir, una institución que junto a la familia o el matrimonio, han sido establecidas por Dios y existen en todas las culturas a través de todos los tiempos. Son instituciones que existían antes de que el Señor se revelara a su pueblo y han seguido y seguirán existiendo aunque tengan diferentes expresiones culturales según las épocas y los lugares. Por tanto, humildemente, afirmo que a lo que Pablo se refiere a la institución de la autoridad y no necesariamente a los personajes concretos y específicos al frente de las mismas.
¿Cuál sería el dilema moral si el dictador de turno hubiera sido instalado allí por el Señor?
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