JESÚS, CRISTIANISMO BÁSICO/ MATEO 23:13-24



Pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad. (Mateo 23:23)


Jesús sigue su enfrentamiento dialéctico con los fariseos y, nuevamente, los confronta con los básicos de una relación con Dios, a saber, la justicia, la misericordia y la fidelidad. He asistido, leído y oído de cansinas discusiones sin fin sobre escatología y otros temas similares, tengo ganas de ver a los seguidores de Jesús invertir más y más tiempo en discernir cómo podemos practicar de modo más efectivo estas demandas del Señor, la justicia, la misericordia y la fe. 

Lo interesante de estas tres cualidades, en mi modesta opinión, es que no se pueden "tener", únicamente se pueden "practicar". Uno es únicamente justo porque práctica y busca activamente la justicia. Del mismo modo, somos únicamente misericordiosos cuando practicamos misericordia, porque, tal y como nos recuerda la etimología y el significado de la palabra, la misericordia no es un sentimiento, es una práctica que nace de nuestra comprensión de la situación de necesidad (pensemos en el sentido amplio, emocional, social, material, espiritual, intelectual) de nuestro prójimo. Esa necesidad nos mueve a una acción para remediar o aliviarla. 

Además, estas tres características son propias de Dios y parte de su carácter. Nuestro Dios es justo, misericordioso y fiel y, consecuentemente, tiene todo el sentido del mundo que nosotros, como seguidores suyos, busquemos de forma activa desarrollar y vivir esas tres características en nuestras vidas.



Piensa por un momento ¿Cuán evidentes son en tu vida cotidiana estas tres características? ¿Qué pasos prácticos puedes dar para desarrollarlas?

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