SEGUNDA CARTA DE PABLO A LOS CRISTIANOS DE CORINTO/ HONRADEZ/ 8:16-24



Ya que quiero hacer las cosas con toda honradez, no sólo a los ojos de Dios, sino también a los ojos de la gente. (2 Corintios 8:21)


Pablo da un criterio que podría, más bien debería, ser una pauta para guiar nuestro comportamiento, la honradez ante Dios y los demás. La Real Academia de la Lengua Española la define como integridad en el obrar, por tanto, estamos hablando de vivir con rectitud ante Dios y los hombres.

Dos grupos de observadores con peculiaridades diferentes. Los demás únicamente pueden ver el exterior, nuestras acciones y omisiones y juzgarán en base a ello. No pueden percibir nuestras motivaciones y actitudes aunque pueden intentar adivinarlas y, consecuentemente, ser acertados o desacertados en su juicio. La gente puede pensar que actuamos arteramente cuando nuestras motivaciones son ciento por ciento justas, transparentes y honestas. En tal caso, sólo queda el consuelo de que el Señor conoce nuestro corazón.

Lo contrario también es cierto. Las personas que nos rodean pueden percibirnos como encantadores y pensar que nuestro estilo de vida es impecable, sin embargo, el Señor que escudriña el corazón puede estar desaprobando lo que hacemos debido a las motivaciones y actitudes incorrectas.

Necesitamos, como en las balanzas, que esos dos platillos estén equilibrados y estar seguros, mediante la reflexión, que hay honradez en nuestro trato con Dios y los hombres.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

ESCLEROSIS

CORAZÓN INCRÉDULO