ODIAR A JESÚS
JUAN 7:1-13
Este pasaje narra una conversación de lo más atípica. Jesús habla con sus hermanos, los hijos de María y José, acerca de su identidad y su ministerio público. Juan, el escritor del evangelio, hace un comentario editorial afirmando que, ni siquiera ellos creían en Jesús. No es la única ocasión en que la propia familia del Maestro es reflejada como escéptica acerca del carácter mesiánico de Jesús. En otra ocasión incluso llegaron a afirmar que estaba loco. Desde luego, no de ja de ser un pasaje sorprendente.
En el contexto de esta conversación Jesús les dice, el mundo no tiene motivos para odiaros; los tiene, sin embargo, para odiarme a mí, porque pongo claramente ante sus ojos la malicia de sus obras. De nuevo, este es el "problema" con Jesús, que cuando venimos ante su presencia y dejamos que nos analice pone de manifiesto todo lo que hay en nuestro interior y eso, no siempre resulta agradable.
La lección para mí, sin embargo, es acerca de precisamente buscar de forma proactiva e intencional el pasar tiempo delante de Jesús, en su presencia. Buscarlo para que Él pueda proyectar luz sobre mi vida y me ayude a descubrir, aceptar y enfrentarme con mi propia realidad. Es algo que puede ser incluso doloroso, pero ¡Tan necesario! No puedo vivir sin ser honesto y realista acerca de lo que soy, pienso, hago, vivo, valoro y dejar que el Maestro lo trabaje y cambie si es necesario.
En el contexto de esta conversación Jesús les dice, el mundo no tiene motivos para odiaros; los tiene, sin embargo, para odiarme a mí, porque pongo claramente ante sus ojos la malicia de sus obras. De nuevo, este es el "problema" con Jesús, que cuando venimos ante su presencia y dejamos que nos analice pone de manifiesto todo lo que hay en nuestro interior y eso, no siempre resulta agradable.
La lección para mí, sin embargo, es acerca de precisamente buscar de forma proactiva e intencional el pasar tiempo delante de Jesús, en su presencia. Buscarlo para que Él pueda proyectar luz sobre mi vida y me ayude a descubrir, aceptar y enfrentarme con mi propia realidad. Es algo que puede ser incluso doloroso, pero ¡Tan necesario! No puedo vivir sin ser honesto y realista acerca de lo que soy, pienso, hago, vivo, valoro y dejar que el Maestro lo trabaje y cambie si es necesario.
Un principio
¿Quién proyecta luz sobre tu vida?
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