JESÚS HUMANO
Mateo 26:36-46
Mi lectura de hoy ha sido en el pasaje que describe la oración de Jesús en Getsemaní, palabra que signigica, prensa de aceite. Este pasaje refleja muy poderosamente la total y absoluta humanidad de Jesús.
Jesús se encuentra a breves momentos de ser detenido y que comience todo el proceso que conducirá a su suplicio y muerte y él, lo sabe muy bien. Su estado de ánimo no es bueno. Mateo lo describe como, afligido y angustiado. Más adelante, pone en el Maestro estas palabras, me ha invadido una tristeza de muerte. Este pasaje refleja a un Jesús humano angustiado, triste, abatido y deprimido ante la durísima situación que se le acerca.
Este estado de ánimo se vuelve a reflejar en su oración. ¡Por tres veces pidió al Padre que si era posible no tuviera que afrontar esa terrible situación de dolor y sufrimiento! ¡Por tres veces paso tiempo y tiempo orando en esa dirección! Pero a la vez, expresó su deseo de someterse a la voluntad de Dios por encima de la suya propia, algo nada fácil.
Las lecciones para mí son varias. Primera, el miedo al dolor y al sufrimiento son legítimos, no debemos avergonzarnos de ello. Segunda, podemos expresar nuestras oraciones con total genuinidad y honestidad, no tenemos que fingir ni ser "espirituales". Tercera, debemos entender que nuestra oración se ha de someter a la voluntad de Dios y esta, no siempre será la que nosotros desearíamos. Cuarta, no siempre Dios responde mi oración como yo espero.
Jesús se encuentra a breves momentos de ser detenido y que comience todo el proceso que conducirá a su suplicio y muerte y él, lo sabe muy bien. Su estado de ánimo no es bueno. Mateo lo describe como, afligido y angustiado. Más adelante, pone en el Maestro estas palabras, me ha invadido una tristeza de muerte. Este pasaje refleja a un Jesús humano angustiado, triste, abatido y deprimido ante la durísima situación que se le acerca.
Este estado de ánimo se vuelve a reflejar en su oración. ¡Por tres veces pidió al Padre que si era posible no tuviera que afrontar esa terrible situación de dolor y sufrimiento! ¡Por tres veces paso tiempo y tiempo orando en esa dirección! Pero a la vez, expresó su deseo de someterse a la voluntad de Dios por encima de la suya propia, algo nada fácil.
Las lecciones para mí son varias. Primera, el miedo al dolor y al sufrimiento son legítimos, no debemos avergonzarnos de ello. Segunda, podemos expresar nuestras oraciones con total genuinidad y honestidad, no tenemos que fingir ni ser "espirituales". Tercera, debemos entender que nuestra oración se ha de someter a la voluntad de Dios y esta, no siempre será la que nosotros desearíamos. Cuarta, no siempre Dios responde mi oración como yo espero.
Un principio
Seguimos a un Dios que ha vivido plena y totalmente la experiencia humana.
Seguimos a un Dios que ha vivido plena y totalmente la experiencia humana.
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