CUARESMA, DÍA 6
Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado. (Filipenses 4:8)
La vida mental es inevitable, pero es gestionable llevando todo pensamiento cautivo ante Jesús. Sin embargo, hay una segunda parte en la gestión emocional. Los pensamientos que han sido llevados ante el Maestro y le han sido entregados deben ser cambiados por otros. El apóstol Pablo nos da pistas en este sentido en su carta a los seguidores de Jesús en la Filipos. Noe está hablando, por decirlo de alguna manera, de tener una dieta emocionalmente sana, de alimentar nuestra vida mental con productos de calidad, pues, al fin y al cabo, aquello que se come es lo que se cría. La Cuaresma nos invita a esa reflexión profunda sobre nuestros pensamientos.
¿Cómo alimentas tu mente? ¿Cuánto de lo dicho por Pablo está presente en tu dieta mental? ¿Qué paso, por pequeño que sea, vas a dar para cambiarla?
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