RECONCILIACIÓN
Porque sin tomar en cuenta los pecados de la humanidad, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo por medio de Cristo y a nosotros nos ha confiada ese mensaje de reconciliación. (2 Corintios 5:19)
Reconciliar: Hacer que restablezcan su amistad dos personas. ¡Qué ministerio tan increíble el que Dios nos ha dado, colaborar con Él en la reconciliación de la humanidad!. Para ello, no tiene en cuenta los pecados de la humanidad (incluidos los míos). Pasa por alto las ofensas que hemos cometido y que continuamos cometiendo porque desea, motivado por su amor, poder restaurar su relación con nosotros y restaurarnos como seres humanos.
Pero me pregunto ¿Cuán bien llevo a cabo ese ministerio? ¿Tengo la misma actitud hacia las personas que tiene Dios? ¿Me acerco con la buena noticia que la amistad con el Señor es posible, o bien, con la actitud de juicio y condena por la mala vida del pecador? ¿Me he convertido en fiscal y juez en vez de ser el conciliador que atrae juntas a ambas partes? ¿Pongo condiciones que ni siquiera Dios está poniendo para reconciliarse con la humanidad?
Ayer, caminando por las calles de mi ciudad en un escaparate leí una frase que me llamo la atención. Decía así: Ante el problema, aporta o aparta. En el ministerio de la reconciliación aporta o aparta.
¿Qué deberías hacer?
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