GRACIA Y PAZ EL DESEO DE DIOS PARA TI
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen en vosotros su gracia y su paz. (1 Corintios 1:3)
En el día de hoy el Señor quiere concederte gracia y paz. La gracia la vamos a relacionar con la vergüenza y la culpa, con no ser el tipo de personas que el Padre espera de nosotros; con ni siquiera ser el tipo de personas que nosotros desearíamos ser. Cuando tenemos conciencia de no ser lo que habriámos de ser, entonces se genera en nosotros la culpa y la vergüenza. Estas son contrarrestadas por la gracia, por sabernos, y aún más importante, sentirnos y experimentar que somos amados y aceptados incondicionalmente por el Padre, tal y como lo fue el hijo e la parábola. Cuando el Padre abrazó al pródigo abrazó su vergüenza y su culpa y la diluyó en ese abrazo de gracia.
Paso de acción: acércate al Padre con tu culpa y vergüenza para que experimentes su abrazo de gracia.
La paz está relacionada con todas las tensiones y ansiedades que nos provoca la vida contemporánea. Por más que lo intentemos cada vez son menos los factores que podemos controlar y, consecuentemente, menos las posibilidades de experimentar la seguridad y certidumbre que viene como resultado del control. Pero Dios quiere darte su paz, que como dijo Jesús, es diferente a como la da el mundo y trae como primera consecuencia la ausencia de turbación y miedo en nuestro coorazón.
Paso de acción: identifica todo aquello que te quita la paz, sean personas, eventos, decisiones, experiencias, circunstancias, etc. Reconócelas y entregadas tantas veces como sea necesario al Señor, el resultado, si lo haces, será un paz que sobrepasará todo entendimiento.
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