NO SOMOS CONSUMIDORES FINALES (SALMO 46)

 

El Señor del universo está con nosotros, el Dios de Jacob es nuestro baluarte. (Salmo 46)

Con excesiva frecuencia enfatizamos de qué hemos sido salvados; del infierno, del pecado, de la muerte, de esta perversa generación, etc., etc. Pero no con tanta frecuencia enfatizamos el para qué de nuestra salvación. Pareciere como si nosotros fuéramos los consumidores finales de la cadena de valor y, para nada es así. El salmo 46, bien conocido por muchos creyentes, enfatiza una y otra vez el alineamiento del Señor con sus hijos, pero lo hace para que aquellos que hemos sido bendecidos, contamos con su apoyo y protección, corramos para poder bendecir a otros. La elección, en las Escrituras nunca es para la propia satisfacción, lo es para poder bendecir a otros con la bendición recibida. Así quedó claramente plasmado en el llamado del Señor a Abraham, en ti serán benditas todas las naciones.

El comienzo del salmo enfatiza que el seguidor de Jesús no tiene que temer ante nada ni nadie. Considera al Señor como una fortaleza inexpugnable que nos otorga seguridad, protección, refugio. En estos tiempos tan convulsos es algo tremendamente importante. Ante la incerteza social y económica precisamos de anclajes y, nosotros, los cristianos los tenemos. Es precisamente por eso que estamos obligados, tenemos una deuda de amor de bendecir a todos aquellos que carecen de la esperanza y seguridad que nosotros tenemos.

¿Quién a tu lado precisa de ambas cosas? Dáselas.