SIMPLEMENTE GRACIA
Que Dios, nuestro Padre, y Jesucristo el Señor, os concedan gracia y paz. (Efesios 1:2)
Creo que hay cosas que con la edad se ven de forma diferente y se aprecian más. Esto es lo que me sucede con la gracia. Tal vez porque después de más de cuarenta años de seguimiento del Maestro he aprendido y aceptado que hay cosas que nunca van a cambiar. Sin duda estarán bajo contención gracias al trabajo del Espíritu Santo en mi vida; se pasan épocas mejores y otras peores, pero se acerca mi fin y ya he asumido que en mi vida ha de ser una realidad lo que afirmó Dios dirigiéndose al apóstol Pablo: "mi gracia es todo lo que necesitas".
Nada es más importante en la vida cristiana que la gracia. Nada es más distintivo, único y singular en el cristianismo que la gracia. Juan, el apóstol, en su evangelio afirma que la gracia entra en el mundo por medio de Jesús. La gracia viene a sustituir al fracaso de la Ley. La gracia es lo único que puede redimir a alguien, la Ley nunca lo hizo, lo hace o lo hará. La petición del apóstol para los Efesios es que pudieran experimentar la gracia del Señor. Mi oración para todo aquel que lea esta entrada del blog es que podáis experimentar la gracia de Dios, porque sin ella el seguimiento del Maestro se convierte en una carga pesa e intolerable; porque sin ella se hace muy difícil, por no decir imposible, vivir con uno mismo.
La gracia del Señor sea contigo
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