SALMO 43/ ABATIDO



¿Por qué estoy abatido? ¿Por qué estoy tan turbado? En Dios pondré mi esperanza, no cesaré de alabarla, ¡Él es mi Dios y Salvador! (Salmo 43:5)


El diccionario define la palabra abatido como la carencia de fuerzas, ánimo y vigor. No soy experto en el lenguaje pero me suena muy similar a los estados depresivos que muchas personas padecen o hemos padecido. El salmista, si hemos de creer que sus poemas son expresiones de experiencias personales, sabía muy bien de lo que hablaba y debió de experimentarlo en más de una ocasión. La incapacidad de encontrar una explicación racional a lo que está pasando; la introspección en búsqueda de causas que puedan dar coherencia a lo que experimentamos forma parte del torbellino emocional e incluso espiritual que vive la persona abatida. 

Pero él mismo nos proporciona, por así decirlo, una terapia de choque que consiste en la alabanza y el reconocimiento del Señor. Entiendo que su propuesta se trata en que nuestro enfoque emocional se centre en Dios y todo lo que ha hecho por nosotros. Lo percibo como una invitación a ser intencional en buscar a Dios a pesar de que, posiblemente, muy posiblemente, las fuerzas y las ganas no nos acompañen. Sin embargo, el intencionalmente centrarnos en el Señor puede producir en nosotros un cambio de enfoque que puede tener un efecto senador y balsámico sobre nuestra situación emocional y espiritual. 

Recuerdo el tiempo de mi vida en que sufrí una depresión profunda y que fue la lectura continuada, una y otra vez, del salmo 23 lo que salvo mi mente del caos y del abismo. Meditar en él, repetirlo, escucharlo cantado en diferentes versiones me ayudó a preservar mi sanidad mental y, sin duda, a salir del abatimiento y la postración. Lo que funcionó para mí -el salmo específico- no tiene que hacerlo para ti; pero sin duda el principio -centrarse la mente abatida en el Señor- si lo hará.


¿Qué situaciones estás viviendo que exigen de ti que no ceses de alabar al Señor? ¿Qué te impide hacerlo?



Comentarios

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

ESCLEROSIS

CORAZÓN INCRÉDULO