ENOC/ CAMINAR CON DIOS/ GÉNESIS 5
Enoc vivió de acuerdo con la voluntad de Dios. Después del nacimiento de Matusalén, Enoc vivió trescientos años y tuvo otros hijos e hijas. En total Enoc vivió trescientos sesenta y cinco años. Vivió, pues, Enoc de acuerdo con la voluntad de Dios y desapareció, porque Dios se lo llevó. (Génesis 5:22-24)
En la larga lista de nombres que aparece en Génesis 5 destaca con luz propia Enoc. De hecho, a parte del aspecto anecdótico de los años que vivieron, no se dice nada singular de ninguno de ellos a excepción de Enoc. Lo peculiar de este hombre es que según dice el texto bíblico vivió de acuerdo con la voluntad de Dios. En dos ocasiones en tan sólo tres versículos se repite la misma idea, sin duda debe ser importante y significativo, primero para que se individualice a Enoc y segundo para que se resalte su manera de vivir. No debían de abundar los tipos como él.
El original hebreo lo expresa de otra manera: "anduvo Enoc con Dios". A mí me gusta más esta forma de expresarlo. Andar, salvo que el contexto indique lo contrario, significa en las Escrituras la forma cotidiana de vivir, el día a día, lo habitual. Visto de esta manera lo que está diciendo Génesis acerca de Enoc es que tenía perfectamente integrado al Señor en su vivir cotidiano. No había una dicotomía entre la vida con Dios y la vida sin Él.
Para mí, personalmente, esto es lo que me desafía de la vida de Enoc, integrar a Dios en mi vida de cada día. Vivimos un cristianismo dicótomo, fruto de la influencia de la filosofía griega. Una fe en la que hemos separado artificialmente lo sagrado y lo secular. La devoción privada y la vida pública. Una fe en la que el Señor ha quedado relegado a espacios sagrados -la iglesia-, días sagrados -los domingos-, actividades "espirituales" -los cultos- y, habitualmente, mediado todo ello por personas especiales -los pastores y similares-. Una fe ausente de las oficinas, los talleres, las fábricas, las escuelas, las universidades, los hospitales, los estudios de cine o televisión, y un largo etcétera. Una fe en la que Dios no está integrado porque ha quedado relegado a la esfera de lo religioso que es lo que realmente importa. Como consecuencia el 80% de nuestra vida aparece sin que Dios esté presente e integrado a diferencia de como lo estuvo en la vida de Enoc.
Para la mayoría de nosotros el trabajo, en el sentido amplío del término- representa una parte importantísima de nuestra vida en materia del tiempo que consume ¿Qué evidencias hay de una fe integrada en el mismo?
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