SE TRATA DE JESÚS MISMO/ MATEO 25:31-46
Os aseguro que todo lo que hayáis hecho en favor del más pequeño de mis hermanos, a mí me lo habéis hecho (Mateo 25:40)
Seguimos con el pasaje relacionado con el juicio final y Jesús, después de compartirnos las preguntas que saldrán en nuestro examen para que nos aseguremos, no únicamente el aprobado justo, sino el sobresaliente, nos indica la motivación que puede ayudarnos a vivir el tipo de vida que espera de nosotros. A la vez, nos comparte uno de los principios espirituales más importantes del evangelio, a saber, cuando nosotros interactuamos con el prójimo y sus necesidades estamos interactuando con el mismo Jesús.
Es sorprendente como nos aferramos a ciertos pasajes de las Escrituras -en muchas ocasiones secundarios- y los defendemos a capa y espada, sin embargo, con otros, tenemos una indiferencia que roza con la obscenidad. Jesús nos está enseñando que cuando ministro al prójimo en sus necesidades, más allá de quién sea, estoy ministrándolo a Él mismo, al Maestro, al Cristo. Del mismo modo, cuando rechazo involucrarme con mi prójimo y hacerme cargo de sus necesidades emocionales, físicas, mentales, espirituales, etc., es en realidad el propio Jesús quien está siendo desechado, rechazado, ignorando.
Es muy profundo y muy desafiante y nosotros, los evangélicos, especialistas en los juegos florales mentales y espirituales vivimos como si este pasaje no existiera y como si nuestra acción u omisión no afectara en absoluto a nuestro Señor cuando Él afirma con toda rotundidad lo contrario.
Como tantos otros, este es un pasaje brutalmente desafiante para encontrarnos con Jesús en nuestro prójimo. Un pasaje que nos ofrece oportunidades constante en el discurrir de la vida cotidiana para devolverle a Jesús -en nuestro prójimo- un poco de lo mucho que ha hecho por nosotros y por nuestras vidas. Si amas a Jesús hazlo a través del servicio a tu prójimo.
En Jesús te encuentras con tu prójimo ¿Qué implicaciones tiene para tu vida cotidiana?
Comentarios
Publicar un comentario