JESÚS/ NO SER OCASIÓN DE PECAR/ MATEO 18:7-10
...pero hay de aquel que incite a pecar. (Mateo 18:7)
Este pasaje continua incidiendo en el asunto de los niños vistos en su doble sentido, el de corta edad y el de fe tierna que está en proceso de afianzamiento y, consecuentemente, mucho más vulnerable.
El pasaje habla acerca de la gran responsabilidad que tenemos de vigilar que nuestra manera de actuar no sea para estos dos grupos de personas una ocasión que les incite al pecado.
Cualquier incitador al pecado tiene una gran responsabilidad ya que, no únicamente hace lo malo, sino que incluso anima y enseña a otros a hacer lo mismo. Estas palabras de Jesús encuentran su eco en el capítulo primero del libro de los Romanos. Pero todavía es más grave aquel que lo hace con aquellos que debido a su inmadurez tienen, por decirlo de alguna manera, menos defensas espirituales, están más expuestos y el efecto del pecado puede ser sobre ellos mucho más devastador para su creciente fe y su espiritualidad.
Sin duda, si hemos de hacer caso a las palabras del Maestro, todos nosotros hemos de vigilar muy cuidadosamente que efecto tienen sobre terceras personas nuestras acciones, nuestras omisiones, nuestras actitudes, comentarios y ese largo etcétera que puede ser de bendición o motivo de escándalo y piedra de tropiezo para otros.
¿Qué debería ser diferente en nuestras vidas para evitar que seamos piedra de tropiezo para otros?
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