PRIMERA CARTA DE PABLO A LOS CRISTIANOS DE CORINTO/ EL AMOR/ CAPÍTULO 13

Tres cosas hay que ahora permanecen: la fe, la esperanza, el amor. De todas ellas, la más grande es el amor. (1 CORINTIOS 13:13 BLPH)

Pablo dedica todo el capítulo trece a desarrollo del tema del amor. Este paisaje ha sido utilizado una y otra vez en bodas a pesar de ser un pasaje carente totalmente de romanticismo.

Los griegos tenían cuatro palabras diferentes que nosotros hemos traducido al idioma castellano con un único término o palabra, amor. La primera de estas palabras es eros, que se usaba para describir el amor físico. El segundo de estos términos es fileo, este era usado para definir el amor condicional, el amor que se tiene a alguien porque es merecedor o digno del mismo. Un tercer término era stargos y con el mismo definían el amor que se tienen entre sí dos amigos.

Pero los griegos tenían un último tipo de amor que es, justamente, el que aparece descrito en este pasaje, el amor ágape. Este tipo de amor no tiene nada que ver con los sentimientos. Es un acto de la voluntad que tiene la intención de buscar el bien de la persona amada. Es un amor incondicional, no debido a que la otra persona es merecedora del mismo, sino más bien a pesar de que no lo es. Es un amor que toma la iniciativa en buscar el bien del otro y que no espera nada a cambio. Un amor que es costoso y sacrificial pues, buscar el bien del otro ni es fácil, ni es cómodo ni es gratis en muchas ocasiones. Finalmente es un amor que se plasma en hechos concretos y no en declaraciones grandilocuentes.

Este es el amor que describe el apóstol y con el que Dios nos ama y nos pide que amemos a otros, incluidos nuestros enemigos.