CARTA DE PABLO A LOS CRISTIANOS DE ROMA/ LA DECISIÓN DE CADA DÍA/ ROMANOS 7:1-6
Ahora, en cambio, muertos a la ley que nos tenía bajo su yugo, hemos quedado liberados de ella y podemos servir a Dios, no según la letra de la vieja ley, sino conforme a la nueva vida del Espíritu. (Romanos 7:6)
Pablo sigue insistiendo en su argumento de que somos libres y, por tanto, elegimos haciendo uso de nuestra libertad. Es importante, consecuentemente, que esta elección sea sabia y orientada hacia la honra a Dios y la restauración del mundo.
Para ilustrarlo usa la analogía del matrimonio. Por ley, el matrimonio, liga a ambas partes y las obliga. Si cualquiera de los dos decide irse con otra persona comete adulterio y es, por tanto, legalmente culpable. Si el marido o la esposa muerte, el otro cónyuge puede irse con otra persona pero, ya no es culpable con relación a la ley.
Del mismo modo el apóstol indica que ya hemos muerto -místicamente- con Cristo en la cruz, por tanto, ya somos libres de la Ley y de sus exigencias, ya no estamos obligados legalmente a obedecerla, recordemos que era la Ley precisamente la que daba fuerza al pecado que habita en nosotros.
Somos libres y, por tanto, podemos usar nuestra libertad para presentarnos día tras día, de forma consciente, intencional y voluntaria para servir a Dios con nuestro cuerpo como instrumentos al servicio del bien, es decir, constructores del Reino y agentes de restauración.
Esa es la decisión que día tras día Félix Ortiz, libre de la esclavitud del pecado gracias a Jesús, debe de tomar, la decisión de a quién decidirá servir.
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