SALMO 110. SACERDOTES

Tú eres sacerdote del Eterno.

Este poema es un salmo real. En el mismo el monarca es descrito en su doble condición de rey y sacerdote. Aunque originariamente fue concebido y escrito para un rey específico, sin embargo, siempre ha sido considerado como un salmo mesiánico, es decir, los que se aplican a Jesús de Nazaret y su papel como el ungido del Señor para liberarnos.

Prueba de que este salmo tiene ese carácter mesiánico es que en varios lugares del Nuevo Testamento es utilizado para referirse a Jesús y su misión. Así, podemos encontrar referencias a este poema en los evangelios, los Hechos de los Apóstoles y también en el libro de Hebreos.

Interesante, sin embargo, me ha llamado la atención el simple fragmento del versículo 4 que está reproducido al comienzo de esta entrada. Porque Jesús es sacerdote y rey pero, al mismo tiempo, se dice de nosotros los creyentes que somos un pueblo de reyes y sacerdotes.

El sacerdote, en el Antiguo Testamento, tenía una doble función. Por un lado, presentar a los hombres ante Dios e interceder por ellos. Por otra, presentar a Dios a los hombres. Esta es pues la función que hoy tengo atribuida, interceder por aquellos que no conocen a Dios y buscar la oportunidad de presentarles a Dios.

Al escribir estas líneas van pasando por mi mente tantos y tantos amigos y familiares no cristianos que necesitan de Jesús y de una relación personal con Él.

Un principio

Como sacerdotes tenemos la responsabilidad de interceder por los hombres y darles a conocer a Dios.

Una oración

La evangelización de Colombia.