SALMO 103. NO OLVIDES SUS BENDICIONES
Compasivo y clemente es el Señor, lento para la ira y grande en misericordia. No luchará con nosotros para siempre, ni para siempre guardará su enojo. No nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades. Porque como están de altos los cielos sobre la tierra, así de grande su misericordia para los que reverencian. Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones. Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen. Porque Él sabe de qué estamos hechos, se acuerda de que solo somos polvo.
El salmo 103 es una invitación a bendecir –decir bien- al Señor. Comienza exhortándonos a hacerlo y termina de la misma manera. Entre medio, nos da dos grandes bloques de razones por las cuales deberíamos y debemos bendecir a Dios.
La primera tanda de razones son todos los beneficios que de Él recibimos. A modo de muestra, el salmista, nos indica algunos de estos beneficios, pero no son todos, y nos hace la invitación a no olvidarlos. Interesante esta invitación porque veo, por mi propia experiencia, que la tendencia es a no reconocerlos, a olvidarlos y a que con el paso del tiempo queden difuminados y parezca que el Señor no ha hecho nada en nuestra experiencia.
La segunda tanda de razones, la reproducida en los versículos de esta entrada, es la forma en que Dios nos trata. Ha sido precisamente esto lo que más me ha llamado la atención del salmo y lo ha hecho porque no he podido dejar de comparar las palabras que he leído con mi propia experiencia.
Esos versículos rebosan gracia, amor, aceptación, comprensión y perdón por parte de nuestro Dios. Contrastan sus actitudes con mi inconsistencia, fallos, pecados, promesas y buenas intenciones rotas y tantas y tantas veces en que no he estado a la altura de lo que merece. Pero creo que es importante recordar las actitudes que el Señor tiene hacia mí. Es importante porque la gran tentación cuando fallamos y pecamos es abandonarnos ante la realidad de que somos así y nada se puede hacer y, por tanto, darnos por vencidos. Sin embargo, cuando el salmista dice que Dios sabe de qué estamos hechos, vuelve el ánimo porque nuestro Dos ha compartido con nosotros la experiencia de ser humano, comprende lo difícil y complicado que es, las luchas, las tensiones y las tentaciones y, a pesar de todo, nos ama, acepta y perdona y todo ello de forma incondicional. ¡Cómo no vamos a bendecir a nuestro Señor!
Un principio
Dios conoce nuestra realidad como seres humanos y nos ama a pesar de ella.
Una oración
Por la evangelización de Panamá
Quizás pocos en la vida conociéndonos como nos conoce el Señor, nos amarian incondicionalmente como él... y aun en este caso, la persona que nos amara tanto, podria ser humilde reconociendo tambien sus errores y mostrarse comprensiva con nosotros. Però este no es el caso de Dios, porqué él es Santo, perfecto, poderoso... y aun y así, nos ama sin límites.
ResponderEliminarEs impresionante ver como Jesus ora por sus discipulos antes de "dejarlos". Solo una persona que se ha visto tentada y sabe que es duro ser alguien recto puede pedir por otros. Jesus sabe que es ser humano. Dios me ha hablado pmuchoa traves de este salmo, justo cuando estoy autojuzgandome por no ser como Dios quiere que sea y recuerdo que yo no estoy llamado a ser bueno, estoy llamado a reconocer mi condicion, a recordarla y descansar en el unico que me puede librar de ella, o como diria Pablo, en aquel que nos libra del cuerpo de pecado.
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