SALMO 59. FORTALEZA
Yo, en cambio, cantaré tu fuerza,
proclamaré por la mañana tu amor,
porque fuiste mi fortaleza,
y un refugio en el día de angustia.
Fortaleza mía, por ti velo,
porque mi alcázar es Dios, mi Dios fiel.
Este salmo presenta una estructura ya conocida, la petición de ayuda al Señor que aparece en el primer versículo. Una petición, por otra parte, apremiante, enfática. En segunda lugar, aparece el oprobio de los enemigos que se traduce en el mal que sufre el salmista. Finalmente, podemos encontrar la intervención del Señor y la declaración de confianza por parte del poeta en el carácter de Dios.
Aparentemente nada nuevo en este salmo que, tal y como comentaba, no es familiar en su contenido y estructura. Lo que me ha llamado la atención y hecho reflexionar ha sido la afirmación repetida por parte de David de que el Señor es su fortaleza, el lugar donde uno se refugia en el día de angustia.
En la antigüedad las fortalezas eran el último recurso de refugio y protección. Cuando una ciudad amurallada caía como consecuencia del asedio de los enemigos, estás, las fortalezas, constituían la última esperanza de salvación. Acostumbraban a ser castillos o torres formidables literalmente inexpugnables, que sólo podía ser rendidas por hambre y sed.
Mi pregunta ha sido ¿Dónde acudo en el momento de peligro? ¿A dónde voy en el momento de angustia? ¿Cómo manejo aquellas situaciones que van más allá de mis fuerzas y capacidades? La respuesta es el Señor y, tal y como dice el salmista, quiero proclamarlo y cantarlo cada mañana, quiero levantarme afirmando que es mi alcázar, mi fortaleza, el lugar donde puedo encontrar refugio, protección y salvación.
proclamaré por la mañana tu amor,
porque fuiste mi fortaleza,
y un refugio en el día de angustia.
Fortaleza mía, por ti velo,
porque mi alcázar es Dios, mi Dios fiel.
Este salmo presenta una estructura ya conocida, la petición de ayuda al Señor que aparece en el primer versículo. Una petición, por otra parte, apremiante, enfática. En segunda lugar, aparece el oprobio de los enemigos que se traduce en el mal que sufre el salmista. Finalmente, podemos encontrar la intervención del Señor y la declaración de confianza por parte del poeta en el carácter de Dios.
Aparentemente nada nuevo en este salmo que, tal y como comentaba, no es familiar en su contenido y estructura. Lo que me ha llamado la atención y hecho reflexionar ha sido la afirmación repetida por parte de David de que el Señor es su fortaleza, el lugar donde uno se refugia en el día de angustia.
En la antigüedad las fortalezas eran el último recurso de refugio y protección. Cuando una ciudad amurallada caía como consecuencia del asedio de los enemigos, estás, las fortalezas, constituían la última esperanza de salvación. Acostumbraban a ser castillos o torres formidables literalmente inexpugnables, que sólo podía ser rendidas por hambre y sed.
Mi pregunta ha sido ¿Dónde acudo en el momento de peligro? ¿A dónde voy en el momento de angustia? ¿Cómo manejo aquellas situaciones que van más allá de mis fuerzas y capacidades? La respuesta es el Señor y, tal y como dice el salmista, quiero proclamarlo y cantarlo cada mañana, quiero levantarme afirmando que es mi alcázar, mi fortaleza, el lugar donde puedo encontrar refugio, protección y salvación.
Un principio
El Señor constituye el refugio en el día de angustia.
Una oración
De intercesión por todos aquellos que están y sufren angustia.
El Señor constituye el refugio en el día de angustia.
Una oración
De intercesión por todos aquellos que están y sufren angustia.
Señor, en tu palabra encontramos muchas veces la palabra "fortaleza" y es debido a que tu la proporcionas al que acude a ti en momentos de angustia. Señor no te olvides de tantas personas angustiadas, sea por enfermedad, trabajo, conflictos familiares, adicciones... Dales Señor tu fortaleza para que puedan sentirse seguros y esperanzados en vencer su problema. Y si no son creyentes, mueve su corazón a serte agradecido.
ResponderEliminarAl levantarme me noté cantando una canción que dice "Tú eres Señor, Mi FORTALEZA, Como ninguna
ResponderEliminarVives en mí" y pensé en la importancia de lo que nos permitimos escuchar. Esta era una canción que había escuchado ayer e inconscientemente en mis sueños la estaba tarareando. Que bueno consciente e inconscientemente reconocer que Dios es nuestra FORTALEZA y reconocer la influencia que tiene en nosotros lo que vemos y escuchamos.