SALMO 50. VOLVERSE A DIOS

Al pecador le dice Dios:
¿Por qué recitas mis mandamientos
y tienes en la boca mi alianza,
tú que detestas la corrección
y te echas a la espalda mis mandatos?
¿Por qué recitas mis mandamientos
y tienes en la boca mi alianza,
tú que detestas la corrección
y te echas a la espalda mis mandatos?
El salmo 50 es un poema acerca del juicio. El Señor habla, convoca a los cielos y a la tierra y lo hace para llevar a cabo su juicio. Esta situación legal se centra en un tipo específico de personas, aquellas que afirman tener un pacto, una alianza con el Señor. Dios se encara con ellos, les afirma que no necesita para nada sus sacrificios y sus rituales y denuncia la incoherencia consentida de su estilo de vida, su falta de deseo de cambio y renovación. El Señor de una manera muy seria afirma que litigará contra ellos y no permanecerá callado.
Ahora bien, junto con la advertencia de juicio el salmo ofrece una palabra de consuelo y renovación a aquellos que están dispuestos a cambiar su actitud y su estilo de vida. Para estos, los dispuestos a ser honestos consigo mismo y afrontar con Dios su realidad, el Señor les dice:
Al que enmienda su conducta lo haré gozar
de la salvación de Dios.
Para mí, el desafío del salmo es a mantener mi corazón alerta, a no permitir que la incoherencia se instale en mi vida, a no engañarme con una falsa religiosidad, a actuar cuando el Espíritu me muestre inconsistencia en mi vida.
Un principio
Dios denuncia la incoherencia entre nuestras confesiones de fe y nuestra conducta.
Una oración
Pedir al Señor sensibilidad para ver las incoherencias en nuestro corazón.
Señor, danos perspicacia para advertir nuestras flaquezas, y fuerza de voluntad para evitarlas. Que nuestro corazón sea coherente y sin límites para que nada pueda encadenarnos fuera de tu amor. Tu quieres misericordia mas que sacrificios, sinceridad en nuestros cultos, un corazón sensible y agradecido que practique una buena conducta que dé gloria a tu nombre y ejemplo a los que nos rodean. Que no desfallezcamos en nuestro propósito.
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