PROFUNDAMENTE EMOCIONADO
JUAN 11:28-44
Jesús se encamina hacia el lugar donde su amigo Lázaro ha sido enterrado. De camino se encuentra con María la hermana del difunto y se produce un diálogo entre ambos acerca de la muerte de Lázaro. Justo después, el Maestro, ya ante la tumba de su amigo lleva a cabo el milagro de la resurrección.
En este breve pasaje, lo sorprendente para mí, ha sido que por tres veces se muestra a Jesús muy tocado emocionalmente por las circunstancias que está viviendo. En dos ocasiones se nos indica que estaba profundamente emocionado, y que ante la tumba de su amigo lloró de tal manera que impacto a los que estaban allí presentes.
Tal vez este pasaje muestra, como ningún otro, el lado humano de Jesús, el Dios hecho hombre. Ante determinadas situaciones la única respuesta auténticamente humana es llorar y sentirse profundamente emocionado y es lo que Jesús hace.
Para mí esto supone una gran esperanza y un gran descanso. Supone que cuando estoy pasando por situaciones emocionales complicadas, difíciles y dolorosas puedo acercarme a Jesús y explicárselas ya que Él puede entenderlas y puede empatizar conmigo, con mi dolor, con mi pena, con mi abatamiento. Puede empatizar porque ha estado allí, ha pasado por situaciones y circunstancias similares y el dolor humano no le es ajeno en absoluto. ¿Qué valor tendría para mí dirigirme a un Dios que nunca se ha puesto en mi piel ni nunca ha experimentado lo que yo vivo y experimento? Afortunadamente, Jesús no es así.
En este breve pasaje, lo sorprendente para mí, ha sido que por tres veces se muestra a Jesús muy tocado emocionalmente por las circunstancias que está viviendo. En dos ocasiones se nos indica que estaba profundamente emocionado, y que ante la tumba de su amigo lloró de tal manera que impacto a los que estaban allí presentes.
Tal vez este pasaje muestra, como ningún otro, el lado humano de Jesús, el Dios hecho hombre. Ante determinadas situaciones la única respuesta auténticamente humana es llorar y sentirse profundamente emocionado y es lo que Jesús hace.
Para mí esto supone una gran esperanza y un gran descanso. Supone que cuando estoy pasando por situaciones emocionales complicadas, difíciles y dolorosas puedo acercarme a Jesús y explicárselas ya que Él puede entenderlas y puede empatizar conmigo, con mi dolor, con mi pena, con mi abatamiento. Puede empatizar porque ha estado allí, ha pasado por situaciones y circunstancias similares y el dolor humano no le es ajeno en absoluto. ¿Qué valor tendría para mí dirigirme a un Dios que nunca se ha puesto en mi piel ni nunca ha experimentado lo que yo vivo y experimento? Afortunadamente, Jesús no es así.
Un principio
Jesús puede entender nuestras emociones.
Jesús puede entender nuestras emociones.
Esta mañana he estado profundamente emocionado. Tambien he llorado por la muerte de un ser amado. Gracias por compartir lo que nos hace más humanos, las lágrimas y las risas tambien.
ResponderEliminarQue personalidad tan humana y perfecta la de Jesús: emotivo y a la vez valiente y decidido; justo, amoroso, misericordioso, sabio, acertado en sus respuestas, accesible, humilde y digno a la vez. Padre, abogado, amigo, hermano, intercesor, no hay palabras para definir su perfección. Ayúdame Jesús a parecerme un poquito a ti.
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