MÁS ACERCA DE SEGUIR A JESÚS

Marcos 8:22-38
Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme.
Jesús les dice estas palabras a sus discípulos en el contexto del anuncio de su muerte y resurrección. He de reconocer que no por bien conocidas han dejado de impresionarme.
Una de las continuas lecciones que los evangelio me están enseñando es que el lenguaje religioso tradicional ya no tiene la capacidad de expresar mi experiencia como discípulo de Jesús. Me resulta sorprendente como verdades tan importantes como la contenida en las palabras del Maestro han pasado desapercibidas o, simplemente, las he convertido en una bonita frase para marcar en mi Biblia.
Ser cristiano significa en su sentido más básico ser un discípulo de Jesús y un discípulo del Maestro no es alguien que cree la doctrina correcta y puede asentir intelectualmente a las proposiciones teológicas ortodoxas. Un discípulo es alguien que vive siguiendo a Jesús, colaborando con Él en la tarea de hacer que el universo sea lo que Dios diseñó y el pecado impidió.
El asunto es que eso implica renuncia y negación, algo que va en contra de todo lo que esta sociedad enseña, propone y vende. Mientras me engañe considerándome un buen creyente nunca veré la necesidad de convertirme en un seguidor.
Una de las continuas lecciones que los evangelio me están enseñando es que el lenguaje religioso tradicional ya no tiene la capacidad de expresar mi experiencia como discípulo de Jesús. Me resulta sorprendente como verdades tan importantes como la contenida en las palabras del Maestro han pasado desapercibidas o, simplemente, las he convertido en una bonita frase para marcar en mi Biblia.
Ser cristiano significa en su sentido más básico ser un discípulo de Jesús y un discípulo del Maestro no es alguien que cree la doctrina correcta y puede asentir intelectualmente a las proposiciones teológicas ortodoxas. Un discípulo es alguien que vive siguiendo a Jesús, colaborando con Él en la tarea de hacer que el universo sea lo que Dios diseñó y el pecado impidió.
El asunto es que eso implica renuncia y negación, algo que va en contra de todo lo que esta sociedad enseña, propone y vende. Mientras me engañe considerándome un buen creyente nunca veré la necesidad de convertirme en un seguidor.
Un principio
Discípulo es el que sigue, no el que cree.
Discípulo es el que sigue, no el que cree.
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