ESTAR PREPARADOS
Estad, pues, atentos, ya que no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor. Pensad que, si el amo de la casa supiera a qué hora ha de llegar el ladrón, vigilaría para impedir que le asaltaran la casa. Así, también vosotros estas preparados, porque ni siquiera podéis imaginar en qué momento va a venir el Hijo del hombre.
En el capítulo 24 de Mateo, Jesús habla acerca de su segunda venida. En esta ocasión como rey y juez de la tierra. En el capítulo se habla de las señales que precederán y rodearán el fin de los tiempos. No ha sido, sin embargo, lo que más me ha llamado la atención. Todos esos signos y señales se han prestado y se seguirán prestando a especulación de todo tipo.
Para mí, lo significativo es el consejo de Jesús de que esté preparado y, también, su advertencia de que ni siquiera podemos imaginar cuándo vendrá. Por tanto, debo estar atento y preparado.
Martín Lutero afirmaba que debemos hacer planes como si Jesús fuera a tardar siglos en venir, pero debíamos vivir como si fuera a regresar mañana mismo.
La verdad, no sé cuándo Jesús regresará ni, en un sentido, me importa. No es mi responsabilidad especular con el cuando, sino vivir con la certeza de que viene y que cuando venga, quiero que me encuentre ocupándome de sus negocios, viviendo y actuando como colaborador suyo en el proceso de hacer que este mundo sea lo que Él quiso y el pecado impidió.
Para mí, lo significativo es el consejo de Jesús de que esté preparado y, también, su advertencia de que ni siquiera podemos imaginar cuándo vendrá. Por tanto, debo estar atento y preparado.
Martín Lutero afirmaba que debemos hacer planes como si Jesús fuera a tardar siglos en venir, pero debíamos vivir como si fuera a regresar mañana mismo.
La verdad, no sé cuándo Jesús regresará ni, en un sentido, me importa. No es mi responsabilidad especular con el cuando, sino vivir con la certeza de que viene y que cuando venga, quiero que me encuentre ocupándome de sus negocios, viviendo y actuando como colaborador suyo en el proceso de hacer que este mundo sea lo que Él quiso y el pecado impidió.
Un principio.
Jesús, cuando vengas quiero que me pilles haciendo el bien y bendiciendo a otros.
Jesús, cuando vengas quiero que me pilles haciendo el bien y bendiciendo a otros.
Comentarios
Publicar un comentario