EL FINAL
Pues si, ya he acabado el libro de Job. Su lectura me ha gustado pero creo que es mucho más profundo y hay mucho más disponible de lo que yo he tenido la oportunidad de entender y disfrutar. Sin embargo, eso es lo que me gusta de la Escritura, cada nueva lectura de un libro trae consigo nuevas perspectivas que se unen a las antiguas o, en ocasiones, las cambian.
He leído los capítulos finales. En el 42, Job reconoce ante el Señor su ignorancia y cómo había estado discutiendo sobre cosas que iban más allá de su entendimiento, Si, hable de cosas que no sabía, de maravillas que superan mi comprensión. Como mencionaba ayer, Dios es misterio y resulta patético que la limitada mente humana pretenda poder y querer explicarlo todo acerca de Él, bien sea desde la ciencia o desde la teología.
De todos modos, lo que me ha sorprendido es una de las frases atribuidas a Dios en el texto, Estoy enfadado contigo y con tus dos compañeros, porque no habéis hablado de mí como hay que hablar, al contrario de como lo ha hecho mi siervo Job.
Este versículo, el número 7 del capítulo 42 no deja de ser enigmático. Por un lado se alaba a Job y, por el otro, se critica a sus tres amigos. Es más, se dice de ellos que no hablaron correctamente acerca del Señor. Otras versiones indican que no dijeron la verdad acerca de Él. Mientras que de Job se afirma que si habló de forma correcta.
Cuando repaso las declaraciones de Job lo que encuentro es sinceridad, honestidad y genuinidad con respecto a cómo se sentía y pensaba acerca de Dios. Por otro lado, cuando pienso en la declaraciones de sus amigos lo que encuentro es corrección teológica. ¿Será que Dios valora más la honestidad de nuestro corazón que la corrección de nuestra mente?
He leído los capítulos finales. En el 42, Job reconoce ante el Señor su ignorancia y cómo había estado discutiendo sobre cosas que iban más allá de su entendimiento, Si, hable de cosas que no sabía, de maravillas que superan mi comprensión. Como mencionaba ayer, Dios es misterio y resulta patético que la limitada mente humana pretenda poder y querer explicarlo todo acerca de Él, bien sea desde la ciencia o desde la teología.
De todos modos, lo que me ha sorprendido es una de las frases atribuidas a Dios en el texto, Estoy enfadado contigo y con tus dos compañeros, porque no habéis hablado de mí como hay que hablar, al contrario de como lo ha hecho mi siervo Job.
Este versículo, el número 7 del capítulo 42 no deja de ser enigmático. Por un lado se alaba a Job y, por el otro, se critica a sus tres amigos. Es más, se dice de ellos que no hablaron correctamente acerca del Señor. Otras versiones indican que no dijeron la verdad acerca de Él. Mientras que de Job se afirma que si habló de forma correcta.
Cuando repaso las declaraciones de Job lo que encuentro es sinceridad, honestidad y genuinidad con respecto a cómo se sentía y pensaba acerca de Dios. Por otro lado, cuando pienso en la declaraciones de sus amigos lo que encuentro es corrección teológica. ¿Será que Dios valora más la honestidad de nuestro corazón que la corrección de nuestra mente?
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