TUS ÍDOLOS



Con el resto [de la madera] fabrica un dios, que luego adora y reverencia, y le pide con una oración: "Sálvame que eres mi dios." (Isaías 44:17)

Interesante pasaje que muestra la incoherencia del ser humano; nosotros creamos nuestros propios dioses y después, cándidamente, esperamos que nos salven.

¿Cuáles son nuestros ídolos? Todos tenemos ídolos. No hablo de figuras a las que rendimos adoración. Eso es demasiado burdo, nosotros somos mucho más sofisticados. Nuestros ídolos son aquellos en los que confiamos para obtener satisfacción y sentido en la vida, para sabernos dignos y valiosos. Nuestro ídolo puede ser el trabajo, dinero, poder, carrera profesional, sentirnos aceptados y queridos por otros, ser superiores, tener el control, sexo, familia, placer, ministerio, iglesia y un etcétera tan largo como quieras. 

El ídolo lo hemos creado nosotros pensando que satisfará nuestras necesidades, algo que no hace. Sin embargo, el ídolo que hemos creado nos devuelve el favor y luego nos recrea a nosotros, porque hay un principio antropológico básico: nos convertimos en aquello que adoramos. Y lo peor de todo es que con total candidez, como decía anteriormente, dejamos de ser conscientes de ese proceso que nosotros mismos hemos generado. Piensa en tu propia vida ¿cuántos ídolos tienes, qué te prometieron cuando los creaste y, finalmente, cómo te han recreado ellos?


 

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