CUARESMA
Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos (Hageo 1:7)
Hoy es miércoles de ceniza, una fecha que marca el comienzo de la cuaresma, los cuarenta días que preceden a la Pascua, la celebración de la muerte y la resurrección de Jesús, nuestro Señor.
La cuaresma es una práctica que estableció la iglesia primitiva, tenía un propósito que considero muy adecuado para el frenético y desgastante tiempo que nos está tocando vivir. Era, y es, un tiempo para pararse, hacer un alto y reflexionar sobre la forma en que estamos viviendo, qué estilo de vida estamos desarrollando y cuán consistente es con el seguimiento de Jesús al que todos estamos llamados.
La cuaresma comienza con esta invitación que Dios nos hace a ti y a a mí por medio del profeta Hageo a pararnos y observar cómo estamos viviendo. Imagina por un momento que sales de ti mismo, que puedes verte desde fuera, que puedes visualizarte como un observador ajeno y que puedes ver con la perspectiva que concede esta distancia ¿Qué ves? ¿Cómo estás viviendo? ¿Cuáles son tus valores? ¿Qué prioridades hay en tu vida? ¿Dónde está tu corazón? ¿Qué inconsistencias hay en tu vida que no concuerdan con el seguimiento de Jesús? ¿Cómo eres percibido por los que te rodean ahora que puedes verte con cierta distancia? En definitiva, ¿Qué piensas de lo que ves?
La cuaresma es un tiempo de evaluar nuestra vida con la finalidad de actuar sobre los resultados de nuestra evaluación. No tiene sentido, como afirma Santiago, el hermano de Jesús, meditar mucho y actuar poco. Porque ante todo es un tiempo para el arrepentimiento, para el cambio.
Mírate ¿Qué ves? ¿Qué ven los que te rodean? ¿Qué ve el Señor?
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