SALMO 89/ PROCLAMARÉ
El amor del Señor cantaré eternamente, proclamaré tu fidelidad por generaciones (Salmo 89:2)
Este salmo tampoco es de David. Lo escribió un tal Etán y es la primera vez que había oído hablar de él. Tiene tres partes muy claras: Un canto de alabanza al Señor del Universo, un recuerdo de las promesas hechas a David y, finalmente, una petición de auxilio después de una derrota militar. El versículo que encabeza esta entrada corresponde al canto de alabanza.
Al leer el salmo pensaba que para cantar el amor del Señor y proclamar su fidelidad lo básico y fundamental es haber experimentado ambas cosas en nuestras vidas y eso requiere un acto intencional de reflexión, de mirar hacia atrás y esforzarse para ver las huellas de Dios en el mapa de nuestra vida. Sara, mi esposa, y yo lo hacemos de una manera muy simple. Tenemos lo que denominamos "caja de bendiciones". Una caja real donde cada uno de nosotros vamos apuntando aquello que experimentamos y sentimos como una bendición de parte del Señor. Cosas grandes y cosas pequeñas. Cosas que no queremos olvidar, señales de la intervención de Dios en nuestra vida y la de nuestra familia. La última noche del año abrimos la caja y vamos leyendo una a una las múltiples muestras del amor y la fidelidad de Dios a lo largo del año que pasó. Hay un gran gozo al rememorar esto y aquello que tuvo lugar. Entonces podemos cantar y proclamar la fidelidad y el amor del Señor un año más.
¿Qué muestras del amor y la fidelidad del Señor puedes proclamar en tu vida?
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