JOSÉ/ INSTRUMENTO DE BENDICIÓN/ GÉNESIS 39



A partir del momento en que le confió el cuidado de su casa y sus bienes, el Señor bendijo la casa del egipcio a causa de José. La bendición del Señor se extendió sobre todo lo que poseía el egipcio, tanto en la casa como en el campo. Así que Potifar dejó todo cuanto tenía en manos de José, sin preocuparse de otra cosa que de comer cada día. (Génesis 39:5-6)

José era un esclavo pero era evidente que trabajaba con calidad y excelencia. La casa de su amo prosperó gracias a la labor de José que fue respaldada por el Señor. José podía haber afrontado la esclavitud de una manera diferente. Hundirse en la miseria de su condición. Haber llevado a cabo un desempeño mínimo para no ser castigado o incluso ejecutado. Ahora bien, por el contrario, optó por trabajar de forma excelente y ver la bendición del Señor; una bendición, todo sea dicho de paso, que benefició a terceras personas, en este caso a su amor Potifar. El trabajo de José se convirtió en una herramienta de bendición para otros porque su actitud cambió y Dios lo respaldó.

El espejo de José me lleva a pensar acerca de la naturaleza del trabajo y cómo lo llevo a cabo. Diría que si no todos, la mayoría de los trabajos generan bienes y servicios que benefician a terceras personas. No estoy hablando únicamente del patrón o empleador, sino el consumidor final de ese trabajo o servicio que llevo que genero
 con mi trabajo. Tim Keller indica que, precisamente, nuestros trabajos -cuando los vemos de este modo- son medios que la providencia del Señor usa para continuar bendiciendo a la humanidad y paliar los efectos del pecado. Dicho de otro modo, del mismo modo que Dios continúa enviando la lluvia y haciendo salir el sol sobre los justos y los injustos; así también por medio de nuestros trabajos bendice y ministra las necesidades de las personas.

Me doy cuenta que por medio de mi trabajo bien hecho, que terceras personas reciben, otros pueden ser bendecidos y ver necesidades que tienen cubiertas. Me doy cuenta que mi trabajo, sea este el que sea, puede ser usado por el Señor para bendecir a otros por medio de la excelencia, el cuidado y la dedicación que yo ponga en aquello que hago. El apóstol Pablo escribiendo a los Corintios y a los Colosenses  (en este último caso a esclavos) ya enseñaba que el trabajo se ha de llevar a cabo como si el Señor fuera el destinatario último del mismo. Que la calidad y la excelencia se han de incorporar ya que por medio del mismo damos gloria a Dios y bendecimos a los hombres.

¿Cómo sería nuestro trabajo si lo entendiéramos como una ofrenda al Señor y un medio para bendecir a otros? ¿De qué modo lo realizaríamos si a través del mismo quisiéramos dar gloria a Dios? ¿Qué impacto produciría en la vida de aquello que reciben el resultado de nuestro trabajo?


¿De qué modo puedes bendecir hoy a otros con tu trabajo?


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