NOÉ/ INCONSISTENCIAS/ GÉNESIS 9
Noé comenzó a cultivar la tierra y plantó una viña. Pero, al beber vino, se emborrachó y quedó tendido desnudo en medio de su tienda. (Génesis 9:20-21)
Llana y literalmente Noé se emborrachó y perdió la compostura y la modestia. Hay comentaristas piadosos de las Escrituras que tratan de quitarle importancia a la acción del patriarca. Lo entiendo, hay que ser políticamente correctos y excusar las conductas inexcusables. Pero, personalmente, pienso que la Biblia lo refleja tal y como es y no precisamos de razonamientos, bebió y se emborrachó. No pudo o no supo controlar los efectos del vino y tuvo que sufrir las consecuencias, las más inmediatas, su desnudez, y las más mediatas, las tensiones en el núcleo familiar, en el enfrentamiento entre los hijos y la maldición sombre Canaán.
Me llama la atención el concepto de desnudez que se repite aquí como sucedió con Adán y Eva. La desnudez conlleva vergüenza, y ésta es la conciencia de no ser el tipo de persona que uno debiera ser. Noé no da la talla y los hijos han de cubrir su desnudez, como se debió de cubrir la de Adán y Eva por parte de Dios. El pecado pone al descubierto nuestra inconsistencia, nuestra realidad y ésta debe ser cubierta.
Al mirarme en el espejo de Noé veo mis propias inconsistencias. Hay conductas, pensamientos y actitudes que son vergonzosas, es decir, que ponen de manifiesto que no soy como debiera ser. A diferencia de Adán y Noé pienso que mi vergüenza no debe ser tapada, antes al contrario, debe ser presentada ante Dios, porque reconocer la realidad, ponerle nombre y traerla ante el Señor es la única posibilidad para poderla solucionar con su ayuda. El pecado expone mi desnudez, pero ahora ya no preciso esconderme o taparla, ahora la puedo traer con confianza y seguridad ante Dios, sabiendo que no seré rechazado y Él sentirá asco de mí y, consecuentemente, podremos trabajar el asunto, una y tantas veces como sea necesario.
¿Cómo manejas tu desnudez?
Comentarios
Publicar un comentario