JESÚS/ SIGNOS DE CIZAÑA/ MATEO 13:36-43
El Hijo del hombre enviará entonces a sus ángeles, y ellos recogerán de su reino a todos los que son causa de pecado y a los que hacen el mal (Mateo 13:41)
Hay que hacer un breve salto en el texto porque, unos versículos más adelante, Jesús hace una explicación de la parábola y su significado. A mi, personalmente, me ha llamado la atención las palabras del Maestro que definen quiénes son aquellos que pertenecen, por decirlo de alguna manera, al gremio de la cizaña. Indica dos signos evidentes y claros, en primer lugar, son causa de pecado para otros y en segundo lugar, hacen el mal.
Jesús ya llamó la atención acerca de la enorme responsabilidad de ser un motivo de tropiezo para otros o inducir a otros al pecado. Pablo, escribiendo a los romanos, indica que hay personas que no únicamente hacen el mal, sino que además, incitan e invitan a otros a hacer lo mismo.
En el mundo de la Biblia hacer el mal tiene un sentido mucho más amplio del que nosotros acostumbramos a darle, no implica tan sólo nuestros acciones, también nuestras motivaciones, actitudes, prioridades, valores y, por duro que nos parezca e incluso contradictorio, nuestras omisiones. Tengo amigos que no hacen el mal -al menos desde su perspectiva- sin embargo, tampoco hacen el bien a nadie, viven centrados en su pequeño universo egocéntrico.
Todo esto para concluir diciendo que vale la pena observar con frecuencia nuestro corazón en búsqueda de signos de cizaña, escudriñándolo para impedir que la cizaña eche raíces en nuestra vida y acabe envenenando nuestro seguimiento de Jesús.
Examina tu corazón ¿Qué evidencias hay de esos dos signos de la presencia de la cizaña? ¿Qué debes hacer al respecto?
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