SALMO 121. NUNCA
¡Nunca permitirá que resbales!
¡Nunca se dormirá el que te cuida!
No, el nunca duerme;
Nunca duerme el que cuida de Israel.
Me encanta el salmo 121, siempre que lo leo no puedo dejar de pensar en el Camino de Santiago y los años que llevo vinculado con esa ruta de peregrinación. Es el salmo del peregrino y, sin pensamos que la vida es como un peregrinaje, es un salmo ideal para la vida, pare reflexionar sobre ella.
Todo el salmo es una delicia, un canto al compromiso que Dios tiene con nuestras vidas, sin embargo, mi vista se posó sobre las palabras del versículo 3 aquí reproducidas. Está claro que las mismas tienen como finalidad el producir seguridad y confianza en el peregrino.
En las pocas líneas de ese versículo por cuatro veces se repite la palabra nunca ¡Cuatro veces en esas poca palabras! Es claro y evidente que no se trata de una casualidad, antes bien de un deseo intencional de mostrar el compromiso que Dios tiene con la vida de cada seguidor.
De esas cuatro ocasiones, tres la palabra nunca está relacionada con la afirmación de que el Señor no duerme. La intención es clara, está indicando que no debemos preocuparnos de que Él esté despistado, ausente, ignorante de qué sucede en nuestras vidas, qué nos pasa, qué situaciones estamos atravesando. La idea transmitida es clara, Dios está siempre alerta, despierto y vigilante ¿No es una gran bendición para el creyente tener semejante seguridad y certeza?
Un principio
Dios siempre esta vigilante y alerta a lo que sucede en nuestra vida.
Una oración
Por el conocimiento de las buenas noticias en Estonia.
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