SALMO 84. CON DIOS
Dichosos los que habitan en tu casa
alabándote siempre.
Dichosos quienes tienen su refugio en ti,
aquellos cuyo corazón te alaban.
Cuando pasan por el Valle del Llanto,
lo transformarán en manantial
y la lluvia lo cubre de balsas.
Un bonito poema que en tres estrofas habla acerca del deseo de estar con Dios, el gozo que produce y los beneficio que se reciben. La primera de las estrofas expresa el deseo del salmista por estar en la presencia del Señor. Este deseo es descrito como anhelo, alegría, gozo e incluso se usa la palabra un alma que languidece.
La segunda estrofa indica los beneficios de estar con Dios y, especialmente, el de experimentar su presencia en los momentos sombríos, duros y difíciles. El salmista lo indica usando la expresión el Valle del Llanto. Dios concede su presencia y compañía.
La tercera y final estrofa habla de nuevo del gozo, la alegría y el privilegio de estar ante la presencia del Señor y poder gozar de comunión con Él. Porque Dios, afirma el salmista, es como un sol y un escudo para los suyos.
Es un salmo motivador. Vale la pena estar con Dios y gozar de la relación con Él. El mensaje de la Palabra de Dios para mí ha sido, sin embargo, el valor que tiene la presencia de Dios cuando pasas por el Valle del Llanto. Creo que es importante darse cuenta que nunca la Biblia promete que no pasaremos por dicho Valle, nunca la Palabra nos asegura que el dolor y el sufrimiento físico, emocional, intelectual o espiritual no nos acompañarán. Pero asegura la presencia del Señor en medio de ello, acompañando, confortando, consolando, dando paz. Inevitablemente este salmo traía a mi memoria los ecos del 23, aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo.
alabándote siempre.
Dichosos quienes tienen su refugio en ti,
aquellos cuyo corazón te alaban.
Cuando pasan por el Valle del Llanto,
lo transformarán en manantial
y la lluvia lo cubre de balsas.
Un bonito poema que en tres estrofas habla acerca del deseo de estar con Dios, el gozo que produce y los beneficio que se reciben. La primera de las estrofas expresa el deseo del salmista por estar en la presencia del Señor. Este deseo es descrito como anhelo, alegría, gozo e incluso se usa la palabra un alma que languidece.
La segunda estrofa indica los beneficios de estar con Dios y, especialmente, el de experimentar su presencia en los momentos sombríos, duros y difíciles. El salmista lo indica usando la expresión el Valle del Llanto. Dios concede su presencia y compañía.
La tercera y final estrofa habla de nuevo del gozo, la alegría y el privilegio de estar ante la presencia del Señor y poder gozar de comunión con Él. Porque Dios, afirma el salmista, es como un sol y un escudo para los suyos.
Es un salmo motivador. Vale la pena estar con Dios y gozar de la relación con Él. El mensaje de la Palabra de Dios para mí ha sido, sin embargo, el valor que tiene la presencia de Dios cuando pasas por el Valle del Llanto. Creo que es importante darse cuenta que nunca la Biblia promete que no pasaremos por dicho Valle, nunca la Palabra nos asegura que el dolor y el sufrimiento físico, emocional, intelectual o espiritual no nos acompañarán. Pero asegura la presencia del Señor en medio de ello, acompañando, confortando, consolando, dando paz. Inevitablemente este salmo traía a mi memoria los ecos del 23, aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo.
Un principio
A menudo en el Valle del Llanto es donde Dios se manifiesta con más claridad.
Una oración
Por todos los que sufren emocional, física, intelectual o espiritualmente.
A menudo en el Valle del Llanto es donde Dios se manifiesta con más claridad.
Una oración
Por todos los que sufren emocional, física, intelectual o espiritualmente.
Este salmo 84 fué muy especial para mi pues sentia una soledad y una inseguridad inmensas. Pero cuando mis ojos descubrieron las palabras del salmo diciendo que "hasta el gorrión halla casa en los altares del Señor y la golondrina se hace un nido", pensé: yo tambien tendré cabida junto a mi Dios. Lo más importante para mi en aquella época difícil. Ya no sentí más temor. Si el Señor me ofrecia su casa, ninguna compañia podia ser mejor. Gracias Señor.
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