SALMO 58. JUSTICIA

Si, hay un Dios que hace justicia en la tierra
Este salmo es un clamor en contra de los injustos y la injusticia. No es un salmo que espiritualice el problema, habla con toda claridad de los injustos, de los poderosos, de aquellos que abusan de la justicia en beneficio propio y la usan juntamente con la violencia para poder conseguir sus planes y propósitos.
El salmo se divide en tres partes muy sencillas y claramente diferenciadas. La primera, hace una descripción del problema de los injustos y su actuación violenta. La segunda, es un clamor, una petición de justicia por parte del salmista que clama por ello en su oración. Finalmente, la tercera, es una afirmación de que el Señor hará justicia y será notorio.
Al leer este salmo he pensado, como me ha pasado con la lectura de tantos otros, en el clamor de tantas y tantas personas, millones realmente, que no tienen más esperanza de justicia que la que proviene o provenga de Dios, puesto que aquellos que se supone deberían de proporcionársela, como dice el salmista, emiten sentencias injustas. De hecho, esa situación es la de buena parte de la humanidad, tiranizada, abusada y oprimida por otra parte.
¡Hay cosas que claman al cielo! Dice el refrán español. Hay cosas que exigen la intervención de Dios porque son injustas y no hay nadie en la tierra que quiera o pueda hacer nada y nuestro Señor es un Dios justo que ni aprueba ni se complace con esa situación. La lección para mí ha sido el aprender a vivir con un sentido de indignación ante cualquier situación injusta que se de y, de la forma que esté a mi alcance, aunque en ocasiones simplemente sea orando por ello, involucrarme y no desentenderme. No olvidar que el Señor es el defensor del pobre, del huérfano y la viuda, frase bíblica para describir a todos los desvalidos e injustamente tratados.
Un principio
Desarrollar una santa sensibilidad e indignación ante la injusticia.
Una oración
De intercesión por todos aquellos que sufren la injusticia.
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