DEJAR

Marcos 1:16-45

Entre otros acontecimientos Marcos narra el llamamiento de los primeros seguidores de Jesús, Andrés y su hermano Pedro, Santiago y su hermano Juan.

Llama la atención que en ambos casos los hermanos lo dejaron todo para seguir a Jesús. Parece ser que seguir al Maestro es imposible sin dejar cosas. Tiene sentido, aquellos cuatro pescadores no podían convertirse en seguidores de Jesús y, al mismo tiempo, continuar siendo pescadores. El seguimiento exigía dejar. Podrían haber sido creyentes, incluso buenos creyentes. Para ser un creyente no necesitas, necesariamente, dejar nada, es mayormente una cosa intelectual. Para ser un seguidor, estar en el camino, colaborar con Jesús en la tarea de restaurar el universo, necesitamos dejar.

Me he dado cuenta que cuando me niego a dejar cosas, valores, hábitos, estilos de vida, etc., ya no continuo seguiendo a Jesús y me convierto en un creyente en el más peyorativo de los valores del término creyente. Me asusta que llegue un momento en que distancia entre el Maestro y yo sea tan grande ya que no pueda alcanzarlo y sólo me quede en consuelo ¿engaño? de creerme un buen creyente.

Un principio

No es posible seguir a Jesús sin dejar y no puedo olvidar que el Maestro no quiere creyentes sino seguidores.